"¿Sabe usted cómo escribo yo mis cuentos? -le dijo a Korolenko, el periodista y narrador radical, cuando acababan de conocerse- Así." Echó una ojeada a la mesa -cuenta Korolenko- tomó el primer objeto que encontró, que resultó ser un cenicero, y poniéndomelo delante dijo: " Si usted quiere mañana tendrá un cuento. Se llamará El cenicero."Y en aquel mismo instante le pareció a Korolenko que aquel cenicero estaba experimentando una transformación mágica: "Ciertas situaciones indefinidas, aventuras que aún no habían hallado una forma concreta, estaban empezando a cristalizar en torno al cenicero". V.NABOKOV/"Chéjov"


"¿Has visto alguna vez un montaje realmente hermoso de, digamos, "El jardín de los cerezos"? No me digas que sí. Nadie lo ha visto. Puede que hayas visto "montajes inspirados, montajes eficaces", pero nunca algo hermoso. Nunca una versión en la cual todos los que salen al escenario estén a la altura del talento de Chéjov, matiz por matiz, carácter por carácter."-J.D.Salinger

Letras Libres: 17 enero 2020 ***Feliz cumpleaños,Anton Chéjov

martes, 28 de septiembre de 2010

Sánchez Cotán (1560-1627) pintor de bodegones



Sánchez Cotán,Bodegón con flores. ól/lz 109 x 89.Colección David-Weil.(ampliar imágenes)

Una nueva pintura de Juan Sánchez Cotán ha vuelto  a la actualidad al pintor toledano.Se trata de una naturaleza muerta con flores, frutas y hortalizas que acaba de ser identificada como  suya. Pertenece a la familia de banqueros franceses David-Weil y es un bodegón de tema inusual en él por el predominio de las flores - posiblemente llenas del simbolismo religioso que hace de ellas  un  lenguaje referido a las cualidades o sufrimientos de Cristo y María y que se remonta a la Edad Media o más allá.

El pintor nacido en Orgaz en 1560 y muerto en Granada en 1627, se formó en Toledo con Blas del Prado, artista de fama entonces. Aunque realizó algunos retablos, destacó sobre todo por una serie de naturalezas muertas de belleza y personalidad singulares.Tardíamente, 1603, ingresó en la Cartuja del Paular, haciendo antes testamento como era usual al ingresar en una orden religiosa. En él se enumeran nueve de estas pinturas, seis de las cuales se pueden identificar con cuadros conocidos y ésta recientemente catalogada sería la séptima de la serie.
Sánchez Cotán, Bodegón con pepino, melón, repollo y membrillo, h1600. Museo de Arte de San Diego.

Sánchez Cotán, Bodegón con cardo y zanahorías,h 1600 ól/lz. Museo de Bellas artes de Granada.

Los bodegones de Sánchez Cotán le muestran como un seguidor temprano de las nuevas tendencias que se conocerán posteriormente como Barroco; al naturalismo y tenebrismo de la pintura él aporta un indecible misterio lleno de espiritualidad por la sencillez compositiva de base geométrica y la pureza con que trata los volúmenes de los objetos -a menudo humildes hortalizas y frutas- transfigurados por la luz y la inmensidad que sugiere el oscuro vacío del fondo sobre el que están pintados.


El recordado historiador del Arte, Alfonso. E. Pérez Sánchez dice de ellos: "los bodegones de Sánchez Cotán anteriores o posteriores a su profesión religiosa, son de una calidad excepcional por su desnudez, el ritmo casi musical del arabesco de sus líneas, la distribución rigurosa de las luces y las sombras..."

En el  Toledo de Sánchez Cotán  seguía   pintando el Greco,  que  hasta su muerte   en 1614 no dejó de acentuar un apasionado manierismo que añadía originalidad y un poco de escándalo a los temas religiosos.El cretense practicaba la "pintura-pintura" que había aprendido para siempre en Venecia.También San Juan de la Cruz permanecerá en la ciudad, pero en prisión,ocho meses de 1577. Víctima de la intransigencia religiosa en la cárcel toledana  compondrá parte de sus prodigiosos versos.

Como ellos, cada uno a su manera, Sánchez Cotán expresa la sensibilidad metafísica y mística, de una religiosidad depurada e intimista que convive en la España de Felipe II y Felipe III con los gestos  proselitistas, intolerantes y grandilocuentes de la Contrarreforma. Estos ascéticos bodegones parecen igualmente evocar parte del espíritu de una época en que lo religioso estaba estrechamente unido a lo cotidiano, a la vida ordinaria,y que encuentra su expresión en la frase de, la otras veces también visionaria y mística y ahora espontánea y práctica, Santa Teresa recordando que " también entre los pucheros anda Dios."

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Diego Ortíz, tercera recercada.

viernes, 17 de septiembre de 2010

VARGAS LLOSA / LEER... libro versus "e-book"

En El Cultural de El Mundo de 3-9-2010, se entrevista a Mario Vargas Llosa, con motivo de su próximo libro El sueño del celta.  Vargas Llosa habla de Roger Casement, el protagonista , y también de los problemas de la independencia irlandesa, de la política genocida de la colonización del Congo y otras colonizaciones, o de si  la supremacía de la tecnología sobre los valores  ha llevado a la crisis actual. Lo que dice sobre LEER   y   los nuevos soportes de lectura se recoge en el post.
Philip Guston ,ilustraciones


Las reticencias  de Vargas Llosa al abandono del libro tradicional traen a la memoria las palabras  de Coetzee en Juventud :
"En el fondo no siente el menor respeto por ninguna versión de pensamiento que pueda materializarse en el sistema de circuitos de un ordenador.Cuanto más se mete en la informática, más le recuerda al ajedrez: un mundo pequeño y cerrado definido por reglas inventadas que atrae a chicos con cierto temperamento susceptible y los vuelve medio locos, igual que él está medio loco, para que en todo momento piensen, engañados, que están jugando cuando en realidad el juego está jugando con ellos". 
En el libro la relación entre forma y función se corresponden de manera asombrosa; es un invento perfecto,  adaptado a las necesidades intelectuales o de divertimento que es la lectura: dúctil, práctico...subrayar, anotar, ojear y hojear...;la calidez táctil...la practicidad y visualidad de su almacenamiento... 
El e-book en cierto sentido, supondría retroceder a las incomodidades de la tablilla de barro  de Sumer, maravillosa pero rígida, a la de madera o marfil de Roma..., o al rollo continuo con su verticalidad sumergida del papiro egipcio...Mientras, el libro de la temprana Edad Media, -un conjunto de hojas cosidas, simplemente-,...es irremplazable y posiblemente no sólo físicamente.

-FRAGMENTO DE LA ENTREVISTA:

"Pantalla y estupidez
Con Casement todavía en el corazón y en el aire que respira, Mario Vargas trabaja ya en un próximo ensayo que le aleje de la sensación de vacío. Se llamará La civilización del espectáculo y, aunque el título es suficientemente explícito, el escritor despliega su inmisericorde decepción contra las nuevas tecnologías, la pantalla, la tv, que según él fomentan la frivolización, la negación del pensamiento, y nos envía a una especie de vacío animado. ¿Tanto?

-Es que no quiero que esta tecnología acabe con la cultura que me ha formado a mí, que te ha formado a ti, que es la cultura del libro. Y ésa no es la cultura de la pantalla. Creo que la literatura que se hace para el libro es más compleja, más profunda que aquella que se va hacer para la pantalla. ¿Por qué la frivolidad, el amarillismo, la estupidez han copado la totalidad de las televisiones del mundo, incluso en los países más cultos? ¿Por qué? Por el medio. La manera de llegar al gran público es apuntar a lo más bajo, eso es sabido desde siempre. El medio ha dado una determinada orientación a la cultura y me temo que eso no va a cambiar ya.

"Al libro hay que defenderlo al mismo tiempo que se desarrolla toda esa cultura audiovisual, que es una realidad de nuestro tiempo y tiene aspectos muy positivos. Pero lo que se refiere a la cultura de creación, de hechos culturales, la pantalla va a frivolizar y banalizar extraordinariamente la cultura. Ya lo ha hecho, lo está haciendo, y si algo puede defendernos de ese fenómeno de la frivolización, que es el fenómeno cultural más importante de nuestro tiempo, es leer a Tolstoi, a Víctor Hugo, a Joyce, el Quijote..."

-A todos ellos los puede leer en un e-book.
-Si, yo sé, yo sé, los conozco... Sé que esos objetos están aquí, pero, en fin, vamos a proteger el libro. Yo espero que no desaparezca el libro. El humanismo ha quedo relegado al cuarto de los trastos viejos. Es una curiosidad, una especie de anacronismo en este mundo de gadgets.

-Me está usted diciendo que pantalla es casi casi sinónimo de estupidez.
-Sí, hay un tipo de estupidez contemporánea que tiene mucho que ver con la cultura audiovisual de nuestro tiempo. Es un hecho. Yo he vivido en Inglaterra cuando la tv en Inglaterra era un modelo. Sólo había dos cadenas, eran una maravilla, pero eso ya ha desaparecido. La estupidez ha entrado masivamente, apoyada además por una tecnología punta, y los programas que podemos llamar de alto nivel son mínimos, y además relegados al último rincón, para minorías excéntricas. ¿Y Francia? ¿Tú sabes cuál es el grueso del alimento televisivo para los franceses?: la estupidez.

-Sí, pero una cosa es la producción televisiva y otra muy distinta la producción editorial nueva, tecnológicamente hablando, es decir, una nueva posibilidad de leer...
-(Con ganas de zanjar el asunto) Mira, yo quiero que tú tengas razón. Yo quiero equivocarme, quiero estar en el error, pero... pienso que no. Lo que se lee en una pantalla nunca puede ser lo mismo que lo que leemos en un libro. La pantalla es el espectáculo, una forma de diversión muy respetable, siempre que exista lo otro. Pero si reemplaza a lo otro, creo que entramos de lleno en un vacío animado. Me temo que todo el pensamiento que conforma lo mejor de la creatividad humana va a desaparecer.

Degradados por la codicia -¿Dónde se ha quedado su optimismo respecto al progreso del mundo?
-En el sentido material, sí, pero lo que va a colapsar es lo otro, los valores, los principios, la cultura, la ética, que están en absoluta decadencia. Piensa en la corrupción monstruosa que está detrás de la crisis que vivimos hoy. Esa crisis no es una crisis, digamos, puramente financiera. Detrás de la conducta de los grandes banqueros, de los grandes empresarios, hay una moral degradada, profundamente depravada por la codicia. Y esa es una forma terrible de incultura . De eso hablaban todos los grandes pensadores liberales, desde Adam Smith hasta Hayek o Popper. Decían: la libertad, que es el gran instrumento del progreso, si no viene sólidamente fundada, sostenida, por una espiritualidad y una cultura rica, creativa, crítica, en constante renovación, puede llevarnos al abismo. Es exactamente lo que está ocurriendo con la cultura. El progreso moderno es un progreso tecnológico, material, pero el otro se ha degradado a unos extremos..."
.


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jueves, 9 de septiembre de 2010

" El Pan"/ José Watanabe poeta alado



Apoyándose en esta ala que pintó Durero en Nuremberg un día de 1512 y que sigue asombrando quinientos años después, José Watanabe, parece desear, con humor,  hacerse pasar por un ángel. Pero el poeta peruano -en quien confluyen la herencia genética de la mejor poesía peruana ,por parte de  madre-, y  la  japonesa, llevada hasta Perú por su padre-,  más  su personal talento, seguro que ya tiene alas propias en el Paraíso de los Poetas.
Durero,1512, Acuarela y gouache sobre vitela, 20 x 20 cm .Graphische Sammlung Albertina, Viena
                       José Watanabe (Perú, 1945-2007)




Antiguo Testamento, Libro de los Reyes 17:12 :
"Ella respondió: Vive Yahvé, tu Dios, que no me queda pan cocido; sólo un puñado de harina en el cántaro y un poco de aceite en la aceitera. Estoy recogiendo un par de palos, entraré y prepararé el pan para mí y mi hijo, lo comeremos y luego moriremos"
La cita bíblica y la realidad circundante han inspirado a Watanabe estos versos en los que entreteje dolor, ternura, humor y misterio para crear una extraña belleza  áspera y desolada doblemente arrasadora. 


EL PAN


PERDONEN que lo diga sin pudor,

pero mi madre y yo vivíamos en un pueblo
de hambrunas.

Las carencias

nos llevaban a todos a una especie de inocencia,
a un vivir
en el centro puro de nosotros mismos.
Así es cuando ya no queda nada salvo
la postura orgullosa de mi madre
que dormía como saciada.

Cada cierto tiempo pasaban profetas

que repetían monsergas en nombre de un dios
prometedor, pero cruel.
Ninguno trajo lluvia sobre los campos yermos
ni hizo el milagro de una simple lechuga.

Una tarde se asomó a nuestra puerta

un extranjero de mirada llameante, otro agorero,
pero no supimos quién ardía en él, si su dios
o su demonio.
Dijo llamarse Elías y tenía gran hambre como nosotros.
Se quedó mirando a mi madre
que en la artesa mezclaba un puñado de harina Santa Rosa
con una cucharada de manteca sin nombre.

Estoy haciendo un pan para mi hijo y yo. Lo comeremos

y después, con la dignidad de los pobres satisfechos,
nos moriremos de hambre, dijo mi madre

en Reyes V 17:12


José Watanabe; La piedra alada, Pre-Textos
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lunes, 6 de septiembre de 2010

Chartres:piedra, cristal y luz/Edith Wharton


Una catedral gótica es una estructura ligera de piedra y cristal. Las catedrales medievales siguen impresionando por su belleza pero también por sus dimensiones. Fueron obras de la ciudad entera y participaban en su construcción todos los gremios. 
La catedral era la iglesia de la ciudad, la sede  del obispo, y guardaba como tesoros preciosos venerables reliquias. La de Chartres -una de las más hermosas de todas, guardaba como reliquia la camisa con que la Virgen dio a luz al Niño, que milagrosamente salió indemne del incendio pavoroso que arrasó la ciudad en 1194. 
Para reconstruir la iglesia románica practicante destruida llegaron donativos de toda la Cristiandad . La nueva construcción se proyectó a mayor escala y en  el estilo de vanguardia : el Gótico. La afluencia de peregrinos multiplicó  la riqueza de la ciudad al potenciar la actividad artesanal y comercial y en Chartres se celebraban cuatro ferias anuales, en las festividades más importantes de la Virgen. Eran ferias internacionales a las que acudían gentes  de toda Europa y enriquecían a la ciudad y a la naciente burguesía.
Si en la  Antigüedad impresionaban las pirámides egipcias y obras semejantes como construcciones sobrehumanas, hechas a escala de los dioses, durante la Edad Media debió sobrecoger la mole enorme de la catedral,  rodeada de callejuelas cercanas y de un caserío minúsculo. 
La catedral se elevaba desafiando la gravedad casi hasta el cielo y eso también era elocuente: hablaba de la inmensidad de Dios y del poder de su Iglesia. 

En Francia combatiente, Edith Wharton, a punto de comenzar la Primera Guerra Mundial,  describe con afinada percepción la impactante y sugerente belleza  de las vidrieras góticas de la Catedral de Chartres.

[el 1 de agosto Austria-Hungría declararía la guerra a Rusia, sería el comienzo de la Primera Guerra Mundial, el texto se refiere a dos días antes.]

30 de julio de 1914


"El cielo estuvo todo el día cubierto de nubes que amenazaban tormenta, pero cuando llegamos a Chartres, a eso de las cuatro, las nubes se habían desplazado hacia el horizonte y la ciudad se mostraba tan bañada de la luz del sol que entrar en la catedral fue como adentrarse en la densa oscuridad de una iglesia española. En un primer momento los detalles resultaron imperceptibles. Nos hallábamos en medio de una noche oscura. Pero luego, a medida que las sombras fueron diluyéndose de manera gradual, agazapándose entre los pilares, la bóveda y las nervaduras, se abrieron paso, rotundas, las vidrieras y sus grandiosas cascadas de color. Enmarcadas por una profunda oscuridad, pero sumidas en el resplandor de un radiante sol de mediados de verano, aquellas familiares ventanas parecían singularmente remotas y, al tiempo, inmensamente vívidas. Tan pronto ampliaban sus límites semejando estanques de contornos oscuros aunque salpicados de los brillos del atardecer, como centelleaban mostrándose amenazantes cual escudo de un ángel guerrero. Unas eran cataratas de zafiros, otras rosas que se derramaban de la túnica de los santos; unas eran fabulosas bandejas talladas sobre las que se esparcían vestiduras celestiales, otras velas de galeones con destino a las islas de la Púrpura. Y, en el muro occidental, las dispersas llamas procedentes del rosetón que pendía como una constelación en la noche africana. Cuando el espectador retiraba los ojos de tan armoniosas y etéreas formas, las oscuras masas de mampostería que se ubicaban bajo ellas -veladas y envueltas todas ellas en una neblina azuzada por las humildes luces del altar- parecían simbolizar la vida sobre la tierra, con sus sombras, sus incómodas distancias y sus pequeñas islas de ilusión. Todo lo que una gran catedral puede llegar a infundir sobre el alma, toda la riqueza de detalles que puede fusionar en una gran manifestación de fuerza y belleza...Todo eso nos lo ofrecía la catedral de Chartres en aquella hora perfecta".Edith Wharton

Cegados por la luz dorada de la tarde Edith Wharton y sus amigos entran en la Catedral; al principio, deslumbrados, -la oscuridad le recuerde una iglesia española-, pero en seguida surge el milagro de los fulgores de cataratas de color de las vidrieras; la luz filtrada por cristales ensamblados con plomo forman un mosaico de transparencias coloreadas y refulgen como piedras preciosas desde los miles de metros cuadrados,(2000?) de ventanales y rosetones.... 
La luz; capturarla, fue el objetivo que perseguía el Abad Suger h.1140 cuando inventó una forma arquitectónica ,que llamarían Gótico posteriormente, para rehacer la cabecera de la iglesia de su abadía; porque el arco apuntado, la bóveda de crucería y los arbotantes, por sí solos no formaron un sistema hasta que Suger, Abad de Saint Denis, necesitó pensar una forma para encerrar su idea mística: la luz, el más inmaterial de los cuerpos creados, que a través del neoplatonismo cristiano había llagado a ser el símbolo de la divinidad y su representación.