"¿Sabe usted cómo escribo yo mis cuentos? -le dijo a Korolenko, el periodista y narrador radical, cuando acababan de conocerse- Así." Echó una ojeada a la mesa -cuenta Korolenko- tomó el primer objeto que encontró, que resultó ser un cenicero, y poniéndomelo delante dijo: " Si usted quiere mañana tendrá un cuento. Se llamará El cenicero."Y en aquel mismo instante le pareció a Korolenko que aquel cenicero estaba experimentando una transformación mágica: "Ciertas situaciones indefinidas, aventuras que aún no habían hallado una forma concreta, estaban empezando a cristalizar en torno al cenicero". V.NABOKOV/"Chéjov"


"¿Has visto alguna vez un montaje realmente hermoso de, digamos, "El jardín de los cerezos"? No me digas que sí. Nadie lo ha visto. Puede que hayas visto "montajes inspirados, montajes eficaces", pero nunca algo hermoso. Nunca una versión en la cual todos los que salen al escenario estén a la altura del talento de Chéjov, matiz por matiz, carácter por carácter."-J.D.Salinger

Letras Libres: 17 enero 2020 ***Feliz cumpleaños,Anton Chéjov

martes, 11 de septiembre de 2012

TEJU COLE: Ciudad abierta



El agente literario  Andrew Wylie en ABC cultural   habla de la nueva escritura y del peso  en ella de un grupo de escritores jóvenes   del África negra, sobre todo de Nigeria. Entre ellos de  Teju Cole.

"Y consígase  Somethin'Else de Cannonball, añadió. Es un gran disco, un verdadero clásico. Le prometí que lo buscaría."p.166     


Teju Cole, 1975, escritor, fotógrafo, historiador del arte, Premio Pen/Hemingway 2012, nacido en África aunque  vive en EE.UU desde los diecisiete años, es uno de los jóvenes escritores según  Andrew Wylie que representan "la nueva prosa". Su interesante y hermosa  novela Ciudad abierta, Acantilado 2012,comienza así:                                                   


CIUDAD ABIERTA
.                      
UNO "Y así, cuando el otoño pasado empecé a dar largos paseos vespertinos, Morning Heights me pareció un lugar cómodo desde el que internarme en la ciudad. El sendero que baja desde la catedral de St John the Divine y cruza Morningside Park está a sólo quince minutos de Central Park".
y continúa hasta  la última frase en la página 294:
                        " aunque la noche no había sido especialmente ventosa ni oscura."
                                                                   
 Mucho antes, en la p.14,  al leer:"...hemos perdido totalmente el hábito de escuchar nuestras voces, como no sea  en una conversación o protegida por una multitud vociferante. Pero un libro es una sugerencia de conversar: una persona habla a otra , y en ese intercambio el sonido audible es o debiera ser natural. Así que yo leía en voz alta, teniéndome como público, y daba voz a las palabras de otro",
  ... se  sabe que se seguirá leyendo   hasta el final... 

Teju Cole habla de Nueva York. La recorre como Baudelaire recorría París o el personaje de Joyce  Dublín y toma   de la ciudad  aspectos inesperados. Explora horizontalmente el espacio pero se adentra verticalmente en el tiempo con una mirada narrativa actual e histórica, a la vez analítica y poética.
En la página 168  se piensa  que el libro tendrá que empezarse otra vez, nada más terminarlo, porque el texto denso y absorbente necesita sosiego y  reflexión  pero  el trepidante estilo narrativo tira  del lector y le hace seguir sin poder detenerse para releer, apenas.
En medio de esa fluidez engañosa, con agilidad Cole lanza sobre la mesa dados cargados con preguntas que están en el aire, recientes y antiguas de difícil respuesta . Son problemas actuales o persistentes, que van desde la extinción de las tribus aborígenes de Nueva York, ya en sus inicios como Nueva Amsterdam, a la negritud, la esclavitud, colonizaciones, racismo, antisemitismo, sionismo, Islam, islamofobia...incluso la reciente invasión de chinches en Manhattan
Un interés particular  por la actualidad y por lo que se juegan las sociedades y los individuos en  ello son las conversaciones que tratan de  multiculturalismo  -tribal-, o interculturalismo  -mestizo- y  que acercan las palabras de Coetzee en  la p.225 de  Verano:
"Ansiaba el día en que los habitantes de Sudáfrica no estarían etiquetados, no se distinguirían llamándose africanos, ni europeos, ni blancos, ni negros ni ninguna otra cosa..."
En la página 230 de Ciudad abierta, hay que rendirse; se  tiene la convicción de que nunca se acabará de leer este libro. Es una novela-laberinto, como esos  artefactos vegetales de algunos parques señoriales con múltiples caminos,  pero cada uno por sí mismo  interesante y tan seductor, que pueden hacer olvidar la salida. Todo está desarrollado en un tiempo-espacio dilatado que requiere haber ahondado en la historia general y particular del lugar y del mundo.
En la página 226 con motivo de el colapso de las colonias de abejas que se está produciendo en el planeta un personaje pregunta: 
"¿Alguien ha visto "El espíritu de la colmena"? Es una película de un director llamado Victor Erice, la hizo en los setenta..." 
y Cole sigue hablando mientras para el lector que ha visto la película suena la hipnotizante música que  Luis de Pablo compuso para ella. La película de Érice, el director que rodó tan poco... Lo que se pudo ver como consecuencia de la endeble industria cinematográfica española, pero que si se piensa... ¿cómo es posible mantener la tensión poética de El espíritu de la colmena, o El Sur, o del hermoso documental que hizo sobre el membrillero de su amigo el pintor Antonio López...creciendo  en un diminuto jardín urbano rodeado de cemento? Cuando se admira el cine de Érice, tan escaso y que se cree casi secreto, sorprende, emociona encontrar este   homenaje en un libro como el de Cole.
Teju Cole es un  escritor distinto y Ciudad abierta una  gran novela hecha  de ideas y emoción  de pensamiento y lirismo, difícil de olvidar; habrá que comenzar una segunda lectura, lenta, y sosegada,   posiblemente, no definitiva.

 .
Unas escenas de El espíritu de la colmena, con Ana, de la que habla Cole

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Relectura dos años después, dic.2014 enero 2015: 
Capítulo 8, p114"Vale sí, soy musulmán, pero la razón no es ésa. Lo elijo porque concuerdo con él filosóficamente y disiento con Martin Luther Kimg. Malcolm X reconocía que la diferencia contiene un valor en sí y que hay que luchar para que prospere. A Luther King lo admira todo el mundo y él quiere unir a todos, pero la idea de que hay que ofrecer la otra mejilla para mí no tiene ningún sentido."[...]

Capítulo 8, p115

"Si durante la Segunda Guerra Mundial los gobernantes de Bruselas no la hubiesen declarado ciudad abierta y por lo tanto exenta de bombardeos, tal vez habría quedado reducida a escombros. Podría haber sido otra Dresde. Lo cierto es que permaneció como una visión de los periodos medieval y barroco, una vista  sólo interrumpida por las monstruosidades arquitectónicas que erigió Leopoldo II a fines del siglo XIX"
[ releer invita a releer. En este caso a   Sebald y su    prodigiosa  Austerlitz. También habría que volver al episodio corto pero significativo de  El corazón de las tinieblas. En Bélgica, cuando el protagonista gestiona su contratación como capitán para la Compañía Real creada para explotar económicamente el  Congo. Insuperable Conrad condensando lo cotidiano-siniestro, en la oficina, de la Compañía ]





Letras Libres, 5mayo2017,  Teju Cole, entrevista:
La labor del escritor es acotar el lenguaje para que sea lo más preciso posible:
                                                           "Efectivamente, mi montaje narrativo responde a la voluntad de seleccionar algo y dotarlo de un significado que vaya más allá de su descripción. Esto es algo que hacen en sus películas directores que admiro mucho como son Chris Marker, Tarkovski o Víctor Erice en El espíritu de la colmena. ¿Qué significa la colmena en la película de Erice? Por sí misma no tiene un sentido, pero al observarla, al destacarla entre todas las demás imágenes, la colmena termina convirtiéndose en el reflejo del miedo y de la incertidumbre que caracterizaba la España en la que está ambientada la película. Y, volviendo a la anterior pregunta acerca de mi prosa, creo que todo realismo está cargado de simbolismo."


 El Mundo, 14Oct.21 Los ojos del presente 

Fiémonos del azar

martes, 4 de septiembre de 2012

Roberto ROSSELLINI /Homenaje en diagonal




Releer un  libro o volver a ver una película. Se perciben cosas que la primera vez y puede que otras, se pasaron por alto; se encuentran algunas  que ni siquiera se creía que estuvieran allí; en ocasiones debido a la complejidad de la obra, otras a los cambios que el tiempo transcurrido ha producido en el  lector/espectador o por ambas razones y aun más.


Se cree recordar bien Viaggio in Italia de Roberto Rossellini y no se revisa  por la dirección, ni por el guión; ni por lo innovador de su mirada cinematográfica. Ni por la manera distinta con que se adentra en  los lugares   más turísticos de Nápoles : el Museo Arqueológico, las laderas humeantes del Vesubio, el lugar de Cumas donde profetizaba la Sibila, Pompeya, Capri...,conducidos por alguien del lugar que lo muestra con conocimiento y respeto. Se vuelve a ver  esta vez sólo por  comprobar si la seducción y la buena actuación de sus protagonistas -Ingrid Bergman y George Sanders- se mantiene.

Son  dos  actores que magnetizan la pantalla; ella por su capacidad   para proyectar  belleza y luz  y transmitir credibilidad; él por su elegancia y  sensibilidad para expresar  ironía, sarcasmo , pero también  inteligencia y áspera ternura. La película es de  1954, con guión de Vitaliano Brancati y del propio Rossellini.

Continúa siendo la buena película  que  se esperaba  . Los protagonistas no han perdido su atractivo, las imágenes son expresivas y el blanco y negro deslumbrante. El argumento  se puede sinterizar de forma breve: un matrimonio inglés en crisis y a punto de separarse hace un viaje a Nápoles para vender una propiedad que han heredado.

 Hacia el minuto 20 de los 90 que dura la protagonista repite ensimismada unos versos  y su marido le  pregunta de quién son. "De Charles Liutton", responde,un poeta que conoció hace mucho; "era sutil, rubio,alto..."; el marido  pregunta si estuvo enamorada de él   y añade que  apenas le conoció, sólo   de pasada  y  le  recuerda teniendo que abandonar un concierto debido a las toses...Ella comenta con pesar como la víspera de viajar a Londres para casarse, sintió unas piedrecitas contra el cristal de la ventana, se asomó  y era el poeta que había venido a despedirla; allí estaba en medio de la noche, temblando bajo la lluvia ....

En medio del  diálogo se activa  un recuerdo, una asociación,  porque suena a algo ya leído, ya visto y oído que conduce  hasta  Los Muertos, el cuento de Dublineses .Sólo que en la narración de Joyce el recuerdo del lejano  episodio es evocado cuando suena la canción La joven de Aughrim y en la película  por un breve poema. Por  un momento se cree que Rossellini copia  simplemente, pero se recuerda que los esposos en el hotel de Nápoles están inscritos con el nombre de Joyce: "Tenemos habitaciones reservadas a nombre de Joyce" ( son Katherine y Alex Joyce) y la escena se entiende mejor como   un homenaje...

Seguro que John Huston temprano conocedor y amante de la obra de Joyce, y que finaliza su propia obra con The Dead,   se dio cuenta de todo la primera vez que vio la película de Rossellini en los años cincuenta.






 PD. Aunque Wikipedia diga que la película está basada en el relato Duo de Colette, esta escena concreta remite a  Joyce que decía de sí mismo no tener imaginación para inventar  y que sólo transformaba en literatura  historias o anécdotas vividas o conocidas a través de otros (su hermano Stanislaus, por ejemplo.) La historia  se la contó Nora como parte de su biografía sentimental y Joyce ya  había utilizado parte de ella en uno de los poemas  de Música de cámara.


Una de las obras más silenciosamente revolucionarias de la historia del cine, [...] Del ejemplo de Rossellini, los jóvenes críticos franceses de la Nouvelle Vague  aprendieron a fusionar el estilo de estudio con los métodos documentales y a hacer dramas en altorrelieve con un bajo presupuesto.

—Richard / The New Yorker