lector 2.0: prosas versos imágenes músicas
propuesta al azar de lectura simultánea
"¿Sabe usted cómo escribo yo mis cuentos? -le dijo a Korolenko, el periodista y narrador radical, cuando acababan de conocerse- Así." Echó una ojeada a la mesa -cuenta Korolenko- tomó el primer objeto que encontró, que resultó ser un cenicero, y poniéndomelo delante dijo: " Si usted quiere mañana tendrá un cuento. Se llamará El cenicero."Y en aquel mismo instante le pareció a Korolenko que aquel cenicero estaba experimentando una transformación mágica: "Ciertas situaciones indefinidas, aventuras que aún no habían hallado una forma concreta, estaban empezando a cristalizar en torno al cenicero". V.NABOKOV/"Chéjov"
"¿Has visto alguna vez un montaje realmente hermoso de, digamos, "El jardín de los cerezos"? No me digas que sí. Nadie lo ha visto. Puede que hayas visto "montajes inspirados, montajes eficaces", pero nunca algo hermoso. Nunca una versión en la cual todos los que salen al escenario estén a la altura del talento de Chéjov, matiz por matiz, carácter por carácter."-J.D.Salinger
Luis de Pablo (Bilbao 1930) compositor de la "pomposamente llamada música clásica" va a recibir una serie de homenajes musicales con motivo de su ochenta aniversario. El músico en pleno vigor creativo hace unas declaraciones en ABC, 20/05/10, de las que merece la pena subrayar dos aspectos :
- La música contemporánea no ha llegado al gran público como sí lo ha hecho la pintura.
- No es cierto. La música contemporánea está penetrando en la sociedad nuestra mucho más deprisa que las antiguas. ¿Por qué? Porque ahora los medios de difusión son poderosísimos. ¿Cuándo llegaron los cuartetos de Beethoven a España? ¿Esperaban las multitudes que él viniera y diera un concierto? ¿Cuándo se tocó a Mozart? Después de que tuvieron malvas encima del ombligo. Todo eso son lugares comunes. Lo que ocurre es que la pintura produce objetos que tienen un precio, mientras que una partitura no tiene precio. La escribes y estás a expensas de lo que te dé la sociedad de autores.
-¿Se ha llevado bien esta sensibilidad a las escuelas?
- Se ha hecho mal. Se ha creído que hacerlo consistía en que el niño tocara dos cositas con la flauta dulce. Y no tiene nada que ver. Tú no puedes aprender a amar la literatura si te piden que escribas un soneto. Tienes que leer algo que sea interesante y tener a alguien que te explique por qué Góngora es tan bueno y por qiué Campoamor es menos bueno. En resumen: hace falta quer las escuelas tangan fonoteca, y que la música se oiga tranquilamente y enseñen a escucharla. Cantidad de amigos míos (muy queridos) no han puesto los pies en una sala de conciertos en su vida.
Luis de Pablo, Octeto ibérico de violonchelos
Las palabras de Luis de Pablo recuerdan lo torpe que es la iniciación musical en las escuelas e institutos, por desconocimiento de cómo se debe contagiar la afición a la música y la falta de sentido común para llevarlo a cabo.
Toda música buena -y cuando lo es da igual el género a que pertenezca- necesita oportunidades de ser oída. Esa es la verdadera iniciación. Porque el arte en general no se entrega a la primera; la buena literatura, la pintura..., y también la música, requieren esfuerzo. Esa conquista en música consiste sólo en escucharla más de una vez,varias veces, hasta reconocerla; luego se decide si esa pieza gusta o no y puede haber sorpresas.
Las distintas artes actúan sobre los sentidos, verdaderas terminales cerebrales, dilatándolos, intensificando su capacidad para aprehender la realidad. La música contemporánea, como la de Luis de Pablo es una contribución para ampliar la capacidad de oír y reconocer nuevas sonoridades.
En los sonidos de esta hermosa pieza para violonchelo hay alguno que no sería posible sin los que, para el resto de los hombres, inventó Beethoven en sus últimos cuartetos y sonatas; sirven para abrir los oídos, dilatar la percepción auditiva del mundo y disfrutar con ello.
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