...El pica-flor
tiene el pico largo y delgado como un alfiler
y es pajarito tan chiquito como la cabeza del pulgar.
Se mantiene del rocío y la miel y el licor de las flores,
sin sentarse sobre la rosa;
avecica de tanta velocidad
que al volar no se le ven las alas.
Se duerme o se adormece en octubre
y despierta o revive en abril
cuando hay muchas flores.
Su nido es de flecos de algodón,
y en una balanza de pesar oro
pesan dos tomines él y su nido.
Sutil como las avecicas
que en las márgenes de las horas de rezar
ponen los iluminadores.
Es de muy lindos colores su pluma,
dorada y verde y de otros colores y la usan para labrar oro.
Al atardecer salen los cocuyos, como linternas;
sus ojos resplandecen como lumbres,
a su luz hilan y cosen y tejen y bailan los indios
y con uno de ellos se puede leer una carta.
Y hay ciertos leños podridos que están ligerísimos y blancos
y de noche relumbran como brasas....
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