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"He decidido leer, de aquí en adelante, dos libros cada día -uno de poesía o literatura, el otro de filosofía o ciencia."
Hoy el libro de poesía es Elogio del Refrenamiento. del poeta José WATANABE,
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José WATANABE, es el poeta que coge siempre desprevenido al lector, le sacude y conmociona; como César VALLEJO, aunque de modo diferente. Son dos poetas capaces por sí solos de convertir Perú en un lugar de referencia de la poesía universal.
El hombre tenue bajo la lluvia es el padre de Watanabe que llegó desde Japón buscando trabajo y por suerte para todos, hablantes de español o no, eligió Perú para quedarse y se casó con una peruana, a la que su hijo evocará con áspera ternura.
LAS MANOS
Mi padre vino desde tan lejos
cruzó los mares,
caminó
y se inventó caminos,
hasta terminar dejándome sólo estas manos
y enterrando las suyas
como dos tiernísimas frutas ya apagadas.
Digo que bien pueden ser estas sus manos
encendidas también con la estampa de Utamaro
del hombre tenue bajo la lluvia
sin embargo, la gente repite que son mías
aunque mi padre,
multiplicó sus manos
sólo por dos o tres circunstancias de la vida
o porque no quiso que otras manos
pesasen sobre su pecho silenciado.
Pero es bien sencillo comprender
que con estas manos
también enterrarán un poco a mi padre,
a su venida desde tan lejos,
a su ternura que supo modelar sobre mis cabellos
cuando él tenía sus manos para coger cualquier viento
de cualquier tierra.
LA TENTACIÓN EN EL DESIERTO
Los pastores de cabras
que cruzan el desierto
siguiendo largos caminos invisibles
te miran compasivos. Adivinan
que en tu quietud, recostado en la roca,
mientras ninguna hora avanza,
desmoronas igual que el sol a las piedras
las palabras del mal.
Cuando regresen de sus valles de pastura
(en la aridez sonará como agua la alegría
de los cencerros) ya no estarás. Solo hallarán
en la roca
la huella de tu espalda,
negra,
como si hubieras ardido.
INFORME PARA MI HERMANO MUERTO EN LA INFANCIA
AHORA no hay lugar a discusión ni defensa.
La peste tenía su oficio.
Fue duro verte rodar como una semilla.
Yo sobrevivo entre los muertos.
Caminamos por los pasillos como en esas silenciosas y vastas posadas.
Respiramos el deseo de huir sin cancelar la cuenta.
Papá escanció su último aire sobre nosotros.
Me acompaña una muchacha parecida a una fuente.
Nos alimenta una licuadora.
Ya empieza el verano.
Te ves con papá?
En general, me he vuelto un poco indiferente.
A veces pesa mucho el silencio de los cipreses y los muertos.
Nota de lectura:
Watanabe, el hijo del inmigrante japonés que leía haykus y trabajaba en una hacienda azucarera no practica esa forma poética pero una vez cita un hayku de Morikate:
"Cae un pétalo de flor/ y de nuevo sube a la rama/Ah, es una mariposa"
-y en otro momento hace un hayku a la manera de Basho:
"En la cima del risco/ retozan el cabrío y su cabra/ Abajo el abismo"
-la mirada oblicua capaz atisbar por las rendijas de las apariencias y llegar al centro de lo real oculto para hacerlo evidente; el ritmo cortado y grave; la concisión, la intensidad, la austeridad y , a veces, un instante de humor que puede fundirse en melancolía....
+ poesía peruana:
- José WATANABE & REMBRANDT
- José WATANABE, El poeta alado
- hokusai-watanabe-leonardo-messiaen
- José WATANABE/ La Última Cena y Oración de Getsemaní
José WATANABE, Elogio del Refrenamiento. Renacimiento 2003
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