La Fundación Juan March ofrece hasta el 16 de Enero de 2022, la primera gran retrospectiva europea de la obra de Ad Reinhardt (Búfalo, 1913-Nueva York,1967).Se exponen 47 obras pictóricas procedentes de museos de distintos países y colecciones particulares y una amplia documentación sobre su actividad como escritor, activista y autor de viñetas satíricas. El título de la exposición : "El arte es el arte y todo lo demás todo lo demás" hace referencia a la lucha de Reinhardt por separar al arte del plus de ideología y teoría que, pensaba, se superpone al arte verdadero.
Ad Reinhardt fue contemporáneo y camarada de los expresionistas abstractos pero aunque fue abstracto divergió siempre de los postulados del expresionismo de la Escuela de Nueva York. Su pintura rehuía expresar cualquier tipo de emoción o subjetividad y su búsqueda de la abstracción pura y la austeridad plástica le condujeron hasta el arte conceptual y el minimalismo en los años sesenta.
El expresionismo abstracto fue un movimiento complejo con el que a veces se confundieron otras tendencias que convivieron en el Nueva York de la posguerra. Era un mundo artístico en ebullición donde las influencias neodadaístas flotaban en el ambiente tal vez no ajenas a la fascinación que Marcel Duchamp y otros artistas europeos proyectaban sobre el nutrido grupo de artistas con vocación vanguardista que se reunían en el bajo Manhattan.
Ad Reinhardt aunque convivió con los expresionistas abstractos y participó en sus batallas no compartía el ideario expresionista y su concepto de lo que debía ser la pintura estaba en las antípodas. Frente a la intensidad expresiva y la plasmación subjetiva de la action painting, Reinhardt buscaba un arte despojado de emotividad llevado al límite del arte mismo que permite considerarlo el iniciador del minimalismo y del arte conceptual.
En la exposición de Madrid con las obras ordenadas cronológicamente [pero sin cartelas identificativas con lo que el visitante debe enfrentarse "en crudo" al riguroso hermetismo de la obra- ] se puede seguir su evolución. En los años treinta influido por el surrealismo pero rigurosamente abstracto, participó en el Federal Art Project el programa de la New Deal para ayudar a los artistas en los rigores de la Gran Depresión. En la década siguiente realiza "alfombras orientales" en los formatos verticales utilizados en la pintura clásica china. En la década de los cincuenta la pintura de formas geométricas de colores saturados y formas congeladas que llenan el lienzo remiten a Mondrian y Albers y en última instancia a Cuadrado negro de Malevich (1915). En los años sesenta, su último estilo, influido por la filosofía zen, abandona el color y trabaja en una serie de formato cuadrado de metro y medio de lado y color negro aparentemente monocromos, sin alusión a forma alguna aunque se pueden percibir atisbos de color y que al ser sólo apreciables directamente les hace irreproducibles.
El minimalismo enraizaba con la tradición puritana americana en su rechazo de cuanto fuera sensual, subjetivo o místico y busca la pureza en la abstracción radical. Robert Hughes dice de Reinhardt que buscaba "el límite donde el arte dejaba de ser tal, porque sólo ahí pensaba podía descubrirse lo qué era el arte".
Paradójicamente y a pesar de "El arte es el arte y todo lo demás todo lo demás", la radical austeridad de Reinhardt lleva una carga de silencio y misterio y permanecer frente a sus cuadros activa la percepción pero también el sentir.